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Etapa XIII, Guadalajara.

Por Luis Sanchez Higueras

Esta etapa comenzó el día 16 de Agosto de buena mañana. El día, a pesar de ser agosto, era fresco, nublado y no presagiaba mucho calor. El forro polar no sobró hasta casi la hora de comer.

Nuestro punto de encuentro con Herraiz era el pueblo ribereño de Sacedón (digo ribereño porque antes había allí un pantano) cerca del límite de provincia, hacia la hora de comer. Como llevábamos tiempo de sobra, escogimos carreteras secundarias que a esas horas (en realidad, casi siempre) están poco transitadas. Repostamos en el primer pueblo de la ruta en una gasolinera Repsol,

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y según se suceden los kilómetros vamos comprobando y ajustando cosillas para hacer más llevadera la travesía. Hay que resaltar lo cómodos y prácticos que son los botines Villaplana para esto de la moto, cosa que ya nos habían comentado.

Se suceden los pueblos de Aranzueque, Renera, Hueva y Pastrana, donde hacemos una paradita y unas fotos frente al palacio. Son fiestas y a estas horas está dormido hasta el de la churrería. Continuamos hacia Sayatón, y bordeando el Tajo llegamos hasta la presa de Entrepeñas. Para llegar a ella, cogimos la carretera vieja, actualmente en desuso pero de gran belleza.

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Llegamos a Sacedón, pero todavía falta un buen rato para la cita. Reservamos mesa en un restaurante para después y nos acercamos hasta el embalse de Buendía. Unas fotos y vuelta a Sacedón. Decidimos entonces alargarnos hasta el límite con Cuenca y allí nos presentamos. Empezaba a salir el sol y ya sobraba alguna capa. Justo en el límite de las provincias, paramos y esperamos a nuestros amigos. Esperábamos tres motos y sólo vienen dos. Lute y Jorge nos saludan y hacemos unas fotos.

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Juntos, continuamos hasta Sacedón y comemos. Nos cuentan sus anécdotas, las de Victor, y entre risas y bocados acabamos la comida. Salimos hacia las afueras del pueblo donde, en la gasolinera de Repsol, nos hacen entrega del testigo. Nos despedimos y volvemos dirección Cuenca para, a la altura de Alcocer, desviarnos a la izquierda y coger la carretera que pasa por Millana y Salmerón, de firme aceptable y bastante solitaria, cosa que nos apetece mucho. Más adelante dejamos Peralveche a la izquierda, el Recuenco a la derecha y tras una larga recta llegamos a Villanueva de Alcorón. Entre pinos y sabinas nos presentamos en Peñalen, posteriormente en Poveda  de la Sierra y, cruzando el Tajo, tras coronar una empinada cuesta enlazamos con la C-202 que nos conduce a Molina de Aragón.

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En Molina pernoctamos y repasamos el día: las anécdotas divertidas, los parajes más pintorescos, los sustillos de la carretera…. ha sido un buen día de moto y amigos.

El domingo y sin madrugar en exceso, tras desayunar, recogemos los bártulos y otra vez a la carretera. Salimos en dirección Milmarcos y, por la misma C-202 que nos trajo ayer, encontramos Rueda de la Sierra.. Típicos de esta zona son los pairones, monumentos de piedra que tienen la imagen de algún santo y que jalonan los caminos.

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A mano izquierda queda Tartanedo y tras alcanzar Milmarcos, sólo nos queda llegar al límite con Zaragoza. Rebasada la “frontera”, nos adentramos en Aragón por una estrechísima y bacheada carretera con curvas y que discurre por un desfiladero. Torturadora para los riñones pero de gran belleza. Cruzamos finalmente el rio Piedra y entramos en el llamado Monasterio del citado rio. Contactamos con Jose María y tras esperar un pequeño rato, aparece con un par de amigos. Saludos y presentaciones, comentarios de incidencias y fotos de entrega de testigo.

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Bajamos hasta Nuevalos donde repostamos y continuamos la charla en la terraza de un bar. Lamentablemente hay demasiados kilómetros de vuelta y tenemos que despedirnos. Hacia las 14.00 h. emprendemos el regreso. Otra vez la “frontera”, Milmarcos y desvío hacia Labros.

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 Más pairones. Pasamos por Anchuela del Campo y Turmiel por carreteras estrechas y solitarias. Multitud de buitres en el cielo y calor en la meseta castellana. Desembocamos en la N-211 y en Mazarete, desvío hacia la Riba de Saélices. Las carreteras aquí son de firme excelente y a ambos lados quedan los restos del terrible incendio que asoló esta zona hace unos años. Llegamos a Saélices de la Sal y a la izquierda podemos observar sus salinas, actualmente en reconstrucción. Esplegares y Canredondo nos miran desde la izquierda de la carretera antes de llegar a Cifuentes.

Tomando la C-204 enseguida llegamos a Masegoso de Tajuña, donde paramos a comer algo y sentarnos sobre algo que no tenga ruedas. Sin remolonear tras el bocado, seguimos Tajuña abajo hasta Brihuega. La carretera tambien tiene buen firme, hay curvas, el ambiente es más fresco por el rio y también hay más tráfico.

En Brihuega giramos a la izquierda y sin abandonar la ribera del Tajuña, bajamos hasta Armuña (de Tajuña) y Aranzueque. Giro a la derecha y tras subir la “cuesta de los juramentos” (imagino porqué se llama así) llegamos al Pozo de Guadalajara. Estamos a 10 km de casa y se hacen eternos. Las posaderas están ya marcando la reserva, pero tras una larga recta avistamos abajo, a la izquierda, las casas de nuestro pueblo.

En total han sido 540 kilómetros en el fin de semana. Unos se han hecho más largos que otros, pero la satisfacción de haber cumplido el reto es enorme.

En el capítulo de agradecimientos mencionar a: Repsol, calzados Villaplana, Motos de Ayer, Javier que me acompañó pacientemente con su Suzuki todo el fin de semana y además hizo las preciosas fotos que podeis ver, los amigos de Molina que nos guardaron las motos durante la noche y, por supuesto, a nuestras familias por su paciencia.

Sólo quedan dos años para la próxima vuelta.

Hasta siempre.

 

 

Etapa XIII-Bis, Villalengua - Monasterio de Piedra

Por Josema Tabuenca

 

 

 

Salimos desde Villalengua, pueblo natal de mi Bultaco Mercurio y dándonos la salida su antiguo propietario mi tío Luis Joven y todas sus ovejas.

 

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El no pudo por mas que empezar a contarnos cuando tenía una novia en La Almunia de Doña Godina y se iba los domingos a festejar con la Mercurio, por supuesto. (Así me explico como esta la suspensión trasera que apenas existe).

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Me acompañaban Oscar con su Tralla 101 y Ramón con su Ducati 250 Deluxe, y siguiendo el cauce del Manubles llegamos hasta su desembocadura al Jalón pasando por parte de su bonita vega llena de frutales.

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Al llegar a Ateca y sacando unas fotos en el castillo recibimos la llamada de Luis que ya estaba en el Monasterio (se ve que le había dado caña y llego antes de lo previsto), así que montamos y en un pis-pas bordeando el pantano de la Tranquera llegamos a Nuevalos y de allí al Monasterio.

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A partir de allí ya lo cuenta Luis en su crónica.

 

 

                                    Etapa XIV, Tortosa - Falset

 

Por Enric Jornet / Jesús y David Fernández

 

De nuevo Tortosa sería punto de partida de una etapa de la Vuelta a España en Mercurio.

 

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Ante la imposibilidad de realizar un relevo en Alcañiz con el compañero Josema,  acordamos que lo más conveniente sería enviarlo por correo postal para no demorar ni una semana más el transcurso de esta 2ª edición. Todavía quedan muchas etapas y son muchos los Mercurianos ávidos por rodar con sus máquinas en esta aventura de todos.

 A orillas del Ebro la Mercurio estaba ya preparada para una etapa que remonta el Ebro hasta Mora d’Ebre.

 

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Acompañado por Jesús y David Fernández,  que se encargaron de proporcionar apoyo logístico, nos dispusimos a salir hacia las tierras del Priorat. El tiempo acompaña ya que a pesar de encontrarnos en pleno mes de agosto sopla un poco de Mistral que refresca el ambiente, cosa siempre buena para nuestras motos refrigeradas por aire que soportan el paso de los kilómetros con el gas a fondo en más de una ocasión.

 

El castillo de La Zuda , hoy convertido en Parador de Turismo, fue testigo del paso de la Vuelta.

 

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Empezamos a rodar dejando que la Mercurio coja ritmo poco a poco. La carretera  estrecha pero poco transitada es ideal para ir llaneando a punta de gas. Después de pasar por Bítem llegamos a Tivenys, donde es parada obligatoria visitar el Azud. Allí nacen los canales de las Márgenes Derecha e Izquierda que acompañan al Ebro en su camino hacia el Mediterráneo.

 

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A partir de aquí la ruta discurre ascendiendo por el puerto de Som -3ª categoría- que en más de una ocasión ha albergado el paso de competiciones ciclistas. La Mercurio sube con alegría y tal vez toleraría algún diente de más en el piñón de salida. Después de unas cuantas curvas llega el premio: desde el alto se contempla un paisaje cautivador, con el Monte Caro al fondo y el Ebro discurriendo entre verdes campos de Naranjos.

 

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Ya de bajada llegamos a Benifallet. La gente en la calle - alertada de nuestra llegada por el peculiar ruido que emite el escape de la Mercurio- mira con curiosidad el paso de la Bultaco que despierta admiración y comentarios. Seguro que durante el almuerzo se explicarán muchas anécdotas de la época en la que nuestras motos eran unas más del paisaje cotidiano.

 

Nos incorporamos ahora ya a una carretera ancha y de buen asfalto pero muy transitada. Manteniendo una velocidad de crucero de unos 80km/h la Bultaco suena muy redonda y en más de una ocasión llegas a pensar que el límite de kilómetros en nuestras etapas a buen seguro que no lo pone ella…

 

Después de desviarnos en Mora d’Ebre nos adentramos entre vides hacia Falset donde a la entrada nos reunimos con Ángel, Esteban, Joana y José Mª.

 

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Después de las fotos del intercambio con los botines VILLAPLANA expuestos en primera línea nos dispusimos a compartir un merecido almuerzo. En nuestro recuerdo queda la satisfacción de haber contribuido con un pequeño eslabón a hacer posible este proyecto de todos. ¡Nos vemos en la 3ª Vuelta a España por etapas en Bultaco Mercurio!

 

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