Etapa XV, Falset - Fayón - Arc de Berá
Por Angel (Mercu)
Por causas
logísticas e imprevistas, el sábado 23 de Agosto, los mercurianos Joana y Mercu, se
desplazaron desde Reus al pueblo de Falset para recoger el testigo llevado por Enric y sus
compañeros Jesús y David.
Entonces esta salida
la podemos considerar como una etapa prólogo y sin contabilizar para el cómputo total de
las mismas.
Aclarado ésto, la
etapa que estaba prevista en un principio en el listado de rutas del foro de
Bultacomercurio.com como Alcañiz- Fayón, va
a quedar como está en el encabezamiento de esta crónica.
El destino de esta salida era el pueblo nuevo de Fayón, en la provincia de Zaragoza, cuya antigua villa estaba situada entre las confluencias de los ríos Ebro y Matarraña, y hoy en día permanece bajo las aguas del embalse de Ribarroja de Ebro.
Después de hechas algunas pequeñas observaciones
en cuanto a máquinas y personal, desde la zona de Reus-Este donde nos encotrábamos, iniciamos la salida cruzando toda la localidad para
salir por Reus-Oeste, y enlazar con
Una vez en la
nacional, cruzamos el pueblo de Riudecols y empezamos la subida al collado de
Y en las cercanías de Falset, a unos 35Km. de la salida, la 125 de Antonio Briansó empezó a fallar: parece que no admitía mucha caña. Me paro a su lado y me dice que adelante que ya le iba bien, pero en este caso mi parada era también por avería: se me había salido la cabecilla del cable del acelerador, esos de cadenilla. Fue cosa de diez minutos, y nosotros parados en la cuneta y sin los chalecos de seguridad puestos. Lo que mas sentí fueron las manos, lo negras que quedaron las uñas a pesar de la ayuda de José Mª.
Reparada la avería
continuamos adelante esta vez mas juntos hasta las cercanías de Mora
Y como en todos los
trabajos, está la parada para comer, pues tuvimos que hacer la parada de rigor para
llenar nuestros "depósitos". Entonces nos dimos cuenta que nos faltaba un
mercuriano. Era Asclepiet, que a los diez minutos ya apareció. Un fallo en el carburador. A José Mª también se le aflojó la abrazadera
del suyo. Esta debe ser una avería mercuriana, y como no, estos fueron los comentarios
durante el almuerzo, ademas de comentar que la cerveza sin alcohol no sabe a nada.
Con la tripa llena
nos dirigimos río abajo para llegar hasta Miravet, donde tuvimos que cruzar el Ebro en
una barcaza. Durante la guerra,en la Batalla del Ebro, los pobres soldados lo tuvieron que
hacer a nado.
Después de
desembarcar nuestras Mercurios, salimos pitando sin esperar a que algunos compañeros
entre ellos los "fotógrafos" y que iban en coche, cruzaran el río en otras
tandas de la barcaza, pues llevábamos bastante retraso.
A unos cientos de metros del embarcadero, pasamos
por los pueblos de Miravet; mas adelante El Pinell de Brai y Gandesa, en el cual Miki y su
familia se volvieron a Reus. Ya estaba
previsto, lo habíamos hablado en la salida.
Nos ponemos de nuevo
en marcha y cruzamos los pueblos de Vilalva dels Arcs y
Los demás y sin
pérdida de tiempo nos dirigimos al punto de destino de esa parte de etapa, Fayón:
todavía faltaban unos quince kilómetros. Ya en las cercanías del pueblo salió a
nuestro encuentro un joven motorista que nos hizo de guía. La entrada a la villa fue de
lo mas apoteósico; mas bien parecía la segunda parte de "Bienvenido Míster
Marshall" :toda la juventud del pueblo y algunos no tan jóvenes que tuviera algo que
andara, bien fuera de dos ruedas o de cuatro, salió a nuestro encuentro, entre ellos
Emeterio con su Guzzi 49, otro de los culpables de que yo aprendiera esto de la soldadura
y demás. Por supuesto, sin que nada de ello tuviera que ver con el tema de aquella
película.
Después de casi
cuarenta años de ausencia ha valido la pena pisar de nuevo el pueblo y con las Mercurios,
moto con la cual un día salí. Tenía que contarlo, la nostalgia pesa mucho
.
La comitiva
motorista nos condujo hasta la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento. Eran las dos de
la tarde, y la hora prevista de llegada era para las doce, osea, que tuvimos dos horas
esperando a esos aficionados a las motos. En agradecimiento a todas estas personas que nos
recibieron, enviamos un saludo de parte de los mercurianos de Reus.
Después de este
caluroso recibimiento, además el sol puso algo de su parte, nos fuimos a comer al
restaurante "El Camping", cuyos menús ya habían sido encargados con algunos
días de antelación, pues un desplazamiento de unas veinte personas no se podía dejar al
azar. La intendencia también cuenta.
En la sobremesa de
la comida recibimos la visita del Sr. Alcalde, Don José Arbonés y su esposa Isabel, los
cuales nos hicieron entrega de una placa de la Villa, que en este caso la recogí en
nombre de todos. Nosotros le correspondimos con la entrega de unos llaveros de
Bultacomercurio, que parecía que estos se negaran a salir de sus cajitas.
Acto seguido nos
dirigimos hacia la Ermita de
Y llegó la hora de
partir hacia Reus. El objetivo ya estaba cumplido en esta parte de la etapa; eran casi las
seis de la tarde y nos quedaban todavía unos
Antonio Briansó, con la 125, y su hijo con
Joana tuvo que
cargar la moto en el remolque porque el cambio le estuvo dando la lata, y llevando coche
escoba es lo mejor que se podía hacer, cosa que también aprovechó Ricard el panadero
para cargar
En cuanto al
mercuriano Asclepiet, no se fiaba del carburador y como sus amigos llevaban el remolque
hizo lo mismo, y con mas más motivo si cabe, pues ya hicieron bastante aguantar el calor
que hizo ese día con la criatura pequeña que llevaban, que también desde aquí
agradezco la compañía que nos prestaron.
Entonces, Jordi con la 200, y José Mª y un servidor en
Mercurios, hicimos el viaje de regreso sin ningún percance.
Y ha llegado el momento de la segunda parte de esa
etapa: la entrega del testigo a los compañeros Javier y Tomás en el Arc de Berà.
A las 9 de la
mañana de este 7 de Septiembre, nos hemos concentrado en
Las tres mercurios
discurrieron con normalidad al cruzar la población turística de Salou. En uno de los
momentos salió de una calle cercana un municipal con una scooter que fue durante mucho
rato delante nuestro. Algunos transeúntes se pensaban que nos estaba dando escolta. Pues
nada mas lejos de la realidad: cuando menos lo esperábamos se apartó de nuestra ruta y
aquí se acabó la "protección" motorizada.
Y como viene siendo
habitual en estas salidas, la pregunta de siempre: ¿ dónde paramos para almorzar ?.
Mientras estábamos liados con los bocatas en un bar cercano a la playa, dejamos las
mercurios en posición para que se broncearan un poco al sol, pero dicho sea de paso ese
día no apretaba mucho; había llovido algo el día anterior y eso se notaba en la poca
presencia de bañistas en la playa de
Y ya con los bocatas
a buen recaudo y con nuestras mercurios bronceadas, nos pusimos de nuevo en marcha pues ya
faltaba poco para el encuentro con los mercurianos de la zona de Barcelona, Javier y
Tomás.
Lo que bien empieza
bien acaba. Había llegado el momento de pasarles el testigo, y tal como habíamos
previsto, en el Arc de Berà, paso de la antigua calzada romana denominada Vía Augusta. Y
de nuevo agradecer a nuestros acompañantes la paciencia con que han soportado esta
aventura.
Y esperando que en
la próxima vuelta nos podamos superar, agradecer también el apoyo de nuestros
patrocinadores, Calzados Villaplana, Repsol y Motos de Ayer.
¡¡¡¡¡Hasta la próxima !!!!!