IV Etapa, "Antes y después".
León - Granja de Moreruela
Por Gonzalo (del piero) y Rafa (felogracía)
La etapa empezó en la Catedral de León, donde tomamos las primeras fotos e hicimos un acto de entrega del testigo, ya que lamentablemente, nuestro amigo Mario de Palencia no pudo hacer su etapa por poblemas en su moto y nos envío el mismo por correo.
El título de este reportaje se entiende viendo nuestras motos. La Mercurio de Gonzalo está impecablemente restaurada y la mía está como siempre, ya que esta unidad ha estado en funcionamiento 38 de los 44 años que tiene, y no pienso deja de disfrutar la Mercurio para restaurarla.
Después de repostar combustible en la gasolinera de REPSOL diseñada por Norman Foster, nos pusimos en marcha hacia Grulleros. Aquí hicimos la primera parada, refrescándonos al lado de un antíguo molino de agua que todavía sigue en funcionamiento. Seguidamente tomamos dirección Palanquinos, donde cogimos la LE-512 dirección Fresno de la Vega, el pueblo de nuestro amigo Gonzalo. En esta bonita villa, se nos unió el coche de apoyo conducido por Alberto, primo de Gonzalo, al cual quiero agradecer todo su apoyo en esta aventura.
Continuamos camino hasta la siguiente parada: Valencia de Don Juan. En esta localidad, nos dirigimos hasta el local de nuestro patrocinador: Hostal Sidrería El Palacio. El "patrocinio" consistió en una estupenda bandeja de cecina, jamón y queso acompañados de una cervecita fría. Dimos rápidamente cuenta de este "patrocinio".
Después de hacer unas fotografías y un poco de conversación, visitamos el magnífico Castillo de Valencia de Don Juan.
Desde aquí, continuamos por la LE-512 hasta Valderas, donde hicimos otra parada, ya que el calor era sofocante.
Continuamos dirección Fuentes de Ropel (Zamora), por la N-630- Pasamos por Castrogonzalo, y siguiendo por la misma carretera, antes de llegar a La Granja de Moreruela, paramos en el Restaurante Oviedo, donde habíamos quedado con Jose de Zamora, que nos estaba esperando con sus amigos. Después del almuerzo, procedimos a la entrega del testigo, estando presentes en este acto una pareja de la Guardia Civil que dió fe de ello, mostrando interés por este acontecimiento.
Acto seguido iniciamos el regreso a casa, haciendo solo una parada en Valderas.
El viaje de 248 kilómetros en nuestras veteranas motos se llevó a cabo sin el menor incidente. Solamente resaltar que las botas de Villaplana Boots son un excelente compañero de viaje por su comodidad y están muy adaptadas a nuestros propósitos: No parar nunca nuestras Bultacos Mercurio.
Desde estas líneas, dar las gracias a todos los que han hecho posible el recuerdo de "La Espiral 15.000 Km. en Mercurio".
V Etapa, Zamora.
Por Jose de Paula Iglesias.
La etapa comienza en Zamora el día 22 de Junio, a las 9 de la mañana. Habíamos quedado a comer con Gonzalo y Rafa cerca de Santovenia, en el Restaurante Oviedo, así que teníamos tiempo de sobra.
Me acompañaban dos amigos: Carlos Almaraz y Carlos Barba, que se ofrecieron a ejercer de escuderos por si una improbable avería en mi Mercurio 125 me dejara tirado sin poder recoger el testigo.
El día era perfecto y decidimos gozar del paseo poco a poco, que estas motos no están hechas para ir agobiados. Tomanos el café en Torres del Carrizal y después de charlar de motos un poco continuamos hasta Villarrín de Campos donde repusimos fuerzas en una terraza de la plaza mayor con unas tapitas. Continuamos por la Estación de la Tabla, casi un pueblo fantasma y llegamos al Restaurante Oviedo donde repusimos otra vez fuerzas esperando que llegaran los Mercurianos de León. El paisaje de esta Tierra de Campos es casi totalmente llano, y las carreteras secundarias de estos pueblos, con muy poco tráfico, son ideales para circular con las Mercurios: incluso pude adelantar algún tractor.
Al poco tiempo llegaron y después de las presentaciones y la comida, entre conversaciones de Mercurios, y tras hacer el traspaso del testigo en presencia de la Guardia Civil que estaban comiendo a nuestro lado y que se prestaron a hacernos de fotógrafos, nos despedimos quedando emplazados para la próxima Vuelta a España.
El regreso lo hicimos de un tirón porque mi idea era pasar por Cerecinos del Carrizal para enseñarle la Mercurio al dueño del único Bar del pueblo que fue su primer propietario, y que se emocionó cuando le enseñé la moto restaurada. Pero el bar había cerrado y seguimos camino a Zamora donde llegamos sin ningún tipo de problemas mecánicos, y eso que con tanta degustación por el camino llevaba la moto con algo de sobrepeso, pero ni se inmutó.
La segunda parte de la etapa la hicimos el 29 día de San Pedro y fiesta en Zamora.
Habíamos quedado con Paco, Jesús y Antonio en
Fuentesaúco a las
Después
de los saludos nos fuimos a hacernos unas fotos en el limite de las provincias y como el
día era caluroso nos refrescamos con unas cañitas (pocas para no dar positivo) y
después de intercambiar experiencias, o en mi caso de aprender escuchando a Paco y
Antonio lo mucho que saben de los problemas de la Mercurio, nos despedimos deseándonos
vernos lo antes posible, o al menos en la 3ª Vuelta. Como siempre llegamos a Zamora, que
estaba alborotada por ser el día grande de las Fiestas de San Pedro, sin novedad, con mi
Mercurio 125 sin dar el mínimo problema, en los casi
Para mí ha sido todo un placer hacer esta etapa y haber conocido a otros aficionados a las Bultacos Mercurio, pues empezaba a pensar que lo mío era una afición un poco rarita, o casi un vicio solitario. Espero poder contactar con algún otro aficionado de Zamora y en la próxima ocasión rodar acompañado, como en las demás etapas, y no parecer el Llanero Solitario.
Tengo que agradecer la colaboración de mis dos amigos Carlos Almaraz y Carlos Barba que me han escoltado en esta etapa, y me han dado la seguridad de no dejar colgados a mis compañeros en los relevos, en caso de avería. Y debo un recuerdo emocionado a mi cuñado Javier que es el principal responsable de la restauración de la Bultaco Mercurio, sobre todo en la pintura, y que falleció hace dos años. Seguro que habría estado orgulloso, a mi lado, en esta etapa.
Y como no dar las gracias a Villaplana cuyos botines me sientan como un guante. Gracias porque ha sido un gran detalle y un gran esfuerzo.
Un abrazo a todos los que estáis participando en la Vuelta.
Jose de Paula Iglesias, de Zamora.
VI Etapa : Salamanca - Valladolid
Por Paco Mercurio, Jesús Leonú y Antonio Luis.
Bueno: Pues todo llega. El pasado domingo día 29 de Junio correspondía realizar la etapa de Salamanca .
Bajo un sol de justicia y ataviados con el calzado Villaplana, salimos con nuestras flamantes Mercurios a encontrarnos con el compañero Jose, de Zamora.
También portábamos el último número de la Revista Motos de Ayer, pues había que prevenir todo. Podía ser que la Policía de Tráfico nos encontrara haciendo fotos en algún lugar comprometido y, para justificar nuestro comportamiento, tuviéramos que explicar que ejercíamos de reporteros para una revista. Entonces mostraríamos Motos de Ayer y ésta nos serviría de descargo.
Con estas precauciones y seguros de nosotros mismos, conducíamos nuestros juguetes más contentos que unos niños con zapatos nuevos. Juguetes grandes para niños grandes ¿no?. Pues íbamos a completar una etapa de la Vuelta a España en Bultaco Mercurio.
Después del protocolo del relevo y las fotos del momento en el límite de provincias como es perceptivo, a esa hora de la mañana tocaba refrescar mientras departíamos con Jose (cervecita fría en mano) las incidencias. Un tío majo Jose, de Zamora. Las cañitas restauraron nuestro ánimo para continuar el itinerario.
El testigo ya había hecho el trasbordo de la Mercurio 125 de Jose y ahora viajaba a bordo de las 155 de Paco Mercurio, Jesús Leonú y Antonio Luis en dirección a nuestra ciudad.
El calor agobia y, ante el temor que pueda influir en el rendimiento de los motores, tocamos de vez en cuando los cilindros y acariciamos los cárter laterales para comprobar si hay exceso de temperatura.
Parece como si la mecánica agradeciera este trato. Las motos sienten esto como palmaditas de ánimo y nos traen hasta aquí para realizar un reportaje fotográfico en Salamanca y que quede constancia que el testigo de la Vuelta a España en Bultaco Mercurio 2008, ha pasado por Salamanca
Parece como si alguna de sus calles (hoy cerradas al tráfico), y en otros tiempos tan acostumbradas a ver pasar vehículos antiguos entre otros las Bultaco- sintieran nostalgia, al ver nuestras mercuritos y oír el petardeo de sus motores.
Seguro que las fachadas de esta plaza sonrieron al volver al reencontrarse con estas motos que en otros tiempos eran habituales en este lugar y que tanto hacia que no escuchaban el ruido de sus motores.
Este mismo día y para completar el recorrido previsto por la organización de la Vuelta salimos camino de Valladolid, ya que hemos quedado con los compañeros de esa ciudad para hacer el relevo a mitad de camino.
Este tramo es más largo: 60 kilómetros por donde también se estiran las rectas de la Comunidad Castellana que se hacen aún más largas pensando que hay que hacer el regreso rodando otros 60.
Según avanza el día aumenta también el calor. Por tanto el ambiente es ideal para que abunden toda clase de mosquitos molestos. Los hay muy peligrosos. Siempre que se te meta una avispa es malo, pero según donde se meta es mucho peor.
Jesús no tuvo la peor suerte y se le metió bajo la camiseta, pero despojándose de ella rápidamente solucionado, aunque no se librara del lógico picotazo. Hubiera sido mucho peor que entrara en el casco. Aunque también hay otras partes mas delicadas donde pueden llegar.
Alrededor de las 6:30 (pm) llegaron los compañeros pucelanos al punto convenido. Llegaban cansados, pues procedían de una importante concentración motera, donde también la jornada calurosa había sido agotadora.
Después de intercambiar brevemente nuestras experiencias del día, realizamos el protocolo de entrega del relevo acompañado de las fotos de rigor, y emprendemos el regreso a nuestros respectivos lugares de destino en direcciones opuestas. Había prisa, pues empezaba un partido de fútbol.
Por otro lado, nuestros amigos de Valladolid, comienzan a relatar su etapa.........
Complicado Fin de Semana para todos los participantes pero con el esfuerzo de todos parió. El Domingo día 29 de Junio la tropa de Valladolid estaba dividida:
- Fernando ("P10511") estaba en Pucela, dando un paseo mañanero con el resto de la "chupipanda" de amigos de las motos clásicas, comprobando el buen andar de su Mercurio entre "clarete y clarete" y observando algún "extraño" que avisaba de lo que iba a suceder a la tarde.
- Antonio y Jose Antonio ("caballo de acero") acompañados de sus respectivos "paquetes" (por si acaso hay mal pensados, me refiero a sus chicas) terminaban las últimas actividades de la concentración de motos clásicas de la Alberca.
Después de comer, y tras las pertinentes llamadas de coordinación con los Chicos de Salamanca y entre nosotros mismos, Fernando se pone en marcha sobre su Mercurio mod. 9 de 1964 desde Valladolid. Jose Antonio y Antonio embarcan sus máquinas para llegar a Alaejos a la hora convenida. Antonio ha pinchado en los últimos kilómetros del recorrido de la Alberca y su Mercurio queda fuera de combate para la etapa.
(A continuación se exponen las notas de Fernando que hizo en solitario el trayecto Valladolid-Alaejos)
Mí salida (P10511) no fue tan fácil. El calor caía como una losa. A tan solo unos pocos kilómetros de La capital del Pisuerga, la Mercurio comienza a fallar parándose inmediatamente. Tras las comprobaciones habituales la vuelvo a arrancar, cosa que hace sin ningún problema pero en breves segundos se vuelve a detener el motor. En el mundo de las máquinas clásicas suceden contrariedades de este tipo muchas veces y forman parte del encanto de esta afición, pero el día de la Etapa no debiera ser así.
La bujía tiene un precioso y saludable color y entendiendo una avería más complicada aviso a "Caballo de acero" de mis problemas y de mi intención de volver a casa como pueda. Como Antonio había pinchado en la concentración, quedaba Jose Antonio como único componente operativo de la escuadrilla vallisoletana.
Una vez desahogada
mi furia y aceptada la situación, que empezaba a ser penosa, esto es: un calor
insoportable sin sombra y en tierra arenosa de pinares; tenía dos opciones avisar al
"cuñado" que me venga a buscar, con el inconveniente de tener que aguantar
escarnio, mofa y befa durante un año al menos, o abordar el carburador con las pocas
herramientas que tenía a bordo. Decidido por la segunda opción por razones obvias, en
cuanto retiro el carburador (Zenith 20) de la moto y desmonto la cubeta inferior, una
esperanza me llena de alegría. Observo que la aguja que acciona el flotador y cierra la
gasolina se ha aflojado y ha apalancado la boya contra el fondo de la cubeta haciendo que
cierre totalmente el paso de
Prosigo marcha
unos kilómetros temerosos con cierto respeto pero enseguida se olvida el mal rato. La
ruta elegida se torna preciosa atravieso entre viñedos las localidades de Serrada, La
Seca y llego a Rueda en
En los tramos
restantes tenía la sensación de ser el único habitante de
Encontrar la Plaza y saludar a los amigos de Salamanca fue una satisfacción.
En breve llegan los vallisoletanos que venían desde la Alberca y ya todos juntos y tras merecida cerveza ponemos las mercurios en su perfil más favorecido e inmortalizamos fotográficamente el momento del relevo y entrega del testigo.
Unos agradables ratos de conversación sobre temas mercurianos, entre ellos los botines de Villaplana que todos llevamos puestos, y con el tiempo un poco justo reanudamos camino a Valladolid.
Antonio tiene que seguir viajando en coche ya que su mercurio está inutilizada por un pinchazo severo. Caballo de Acero y P10511 tomamos la antigua carretera Nacional N-620 con dirección a la siguiente escala en nuestro camino a Valladolid. Son las 19.30; no hay que perder tiempo porque la noche se nos echaría encima sin remisión. El calor es todavía sofocante.
El trayecto hasta
Tordesillas se convierte en una sensación indescriptible. Esta vez sí que es por la
final de
En esta histórica localidad famosa por el tratado en el que hace 500 años España y Portugal se repartieron el mundo, repostamos en una Estación de Servicio REPSOL y tras las consabidas y habituales explicaciones y agradecimientos al público espontáneo tomamos ruta nuevamente por las carreteras secundarias....pero que muy secundarias, que surcan los mares dorados de trigo de la meseta de Castilla.
El sol ya declina en el horizonte y así pues, mientras el niño marca el histórico Gol, el testigo llega a Valladolid donde descansará inevitablemente 14 días. Entramos en una desierta ciudad a las 21.30 horas y llegamos a tiempo de ver la segunda parte de la final de la Eurocopa, dando por finalizada la primera parte de nuestra etapa.