bultacomercurio.com

Vaya paliza os habeis dado. Cada uno gasta sus vacaciones en lo que le gusta. Aprovechar la ruta que aun os quedan muchos rincones por visitar y cuidado con los hombres peludos que dicen habitan esos bosques.
Las que tiene el cielo ganado son vuestras copilotas, esas si que habia que hacerles un monumento.
Un abrazo y disfrutar de lo que os queda.

Por alusiones ahi van otras fotillos

Otras calentitas de hoy

...¡Que maravilla!
Se me han puesto los dientes tan largos que voy a tener que cambiar una baldosa del terrazo.
Que sigais difrutando, y que no haya novedad.

Bueno, ya estamos de vuelta sanos y salvos y llegó el momento de contaros un poco nuestras vacaciones en mercurio.
De momento no puedo poner fotos porque escribo desde otro ordenador y esto es un lio. Os subiré un enlace de picasa con las fotos comentadas.
Antes de nada quiero dejar claras las dos cosas que más me han impresionado del viaje: a)las mercurios son indestructibles y b)nuestras mujeres también.
Si os parece empiezo por orden cronológico porque no se me ocurre otra manera más ordenada de relatar este tocho.
Os advierto que la cosa pierde mucho, ya que aquí no aparecen las risas, acojones (que también los ha habido), las charlas en francés (o algo semejante) que nos hemos marcado con los paisanos, ni las mil sensaciones que se tienen en una "aventura" (acepto también "chaladura") de este tipo.
Como iba diciendo, Jorge y su contraria se presentaron en casa a recogernos con coche (ya venía medio lleno y teníamos que meter nuestros "aperos"), moto, remolque, cascos, bolsas.... Colocamos como pudimos todo entre el maletero, el remolque y los asientos posteriores y... a la carretera.
El viaje en sí no tiene más ciencia. Llegamos a comer a Boltaña y después de comer, al hotel en Labuerda, muy cerca de Ainsa. Instalación, descarga y vuelta a Ainsa para verlo.
Como teníamos las motos cargadas en el remolque, decidimos no bajarlas y al día siguiente hacer la etapa de Val Louron, ya que teníamos ciento y pico km hasta Viella que hicimos en coche. Allí, bajamos las motos, nos pusimos el equipo, gasolina y a la carretera. Nada más salir de Viella, giro a la izquierda en una rotonda y así, sin vaselina, el Portillón. Pues nada, habrá que subirlo que a eso hemos venido. La frontera justo arriba y bajada peligrosa, muy pendiente, con mucha gravilla, curvas muy cerradas, muy larga. ¡Madre de Cristo! ¿Dónde nos hemos metido? ¿qué cojones hacemos aquí? ¿va a ser todo así?. Llegamos por fin a Bagneres, no encontramos la carretera para Val Louron, preguntamos, nadie sabe... Ya lo encontramos. Volvemos a subir pero no contábamos con otro puerto más alto que hay antes de Val Louron, pero ya puestos, ¿qué más nos da? Total, para llegar a la estación no hay otro camino... Pues sí, sí que lo hay. Y hay doscientos pueblos (agrupaciones de casas, no lo que llamamos pueblos aquí), dos mil minicarreteras estrechas... Cést la France.
Bajamos el puerto "caído del cielo" y comenzamos la ascensión a la estación de esquí de Val Louron. Mientras hacíamos las fotos, se acercaron unos "caminantes" (los modernos les llaman trekkers) que medio hablan español y que nos contaron que eran de no sé donde, que qué bonitas motos y que el bar estaba más arriba. Como era hora de comer, aprovechamos.
Volvemos a bajar y a medio puerto una de las motos se para. ¡No me jodas!, y ahora, ¿qué hacemos?, si estamos en el culo del mundo... Cambio de bujía y a seguir.
Desandamos el camino de la mañana, volvemos a Bagneres y en vez de subir el Portillón, giramos a la izquierda llaneando haciendo un bucle y llegamos a Viella sin subir ni bajar nada. La carretara aceptable y si más, llegamos. Cargamos las motos y damos una vueltecita para ver Viella. Cerveza y para casa, que quedan casi dos horas de coche para coger la ducha.
Esto lo tengo que hacer por partes, porque como se me cuelgue el ordenador después de todo lo que llevo escrito, me corto las venas